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lunes, 11 de marzo de 2019

'Nadie nos oye', de Nando López


Título: Nadie nos oye.
Autor: Nando López.
Editorial: Loqueleo Santillana.
Año: 2018.
Edad recomendada: Más de 16 años.





Esta reseña va a ser un poco atípica. Normalmente mis comentarios sobre los libros que leo los hago directamente en mis redes sociales, pero tengo tanto que decir sobre 'Nadie nos oye' que no me cabía en un tuit. Ni siquiera en un post de Instagram. Al fin y al cabo es literatura juvenil, así que encaja en este blog y es una gran excusa para volver a escribir aquí.


Suelo ser más objetiva, pero como los libros son mitad de quien los escribe y mitad de quien los lee, como excepción voy a darle un matiz un poco más personal a esta reseña.

Descubrí a Nando López gracias a su cuenta de Twitter Dilo en voz alta y un hashtag (#ClaustroDeTronos), con el que literalmente lloré de risa. Después, empecé a seguir su cuenta personal, @Nando_J. Podría decir que no había leído nada suyo hasta 'Nadie nos oye', pero no es cierto. La afirmación correcta sería que no había leído ningún libro suyo. Sus publicaciones en Twitter dejan ver a una persona coherente, comprometida con la educación, contra la intolerancia y que expresa sus opiniones desde el sentido común, argumentando en el plano de las ideas y no atacando a personas. En los tiempos que corren, se agradece. Y eso me hizo querer descubrir al autor con alma de docente.

 'NadieNosOye' (Loqueleo, 2018) es una novela que te atrapa en la historia y te remueve por dentro desde el principio hasta el final.

Al menos a mí. Porque a ratos estaba leyéndola la maestra que soy hoy; en algún momento puntual, la profesional de marketing que dejé de ser y que a veces tenía que tomar decisiones que contradecían sus principios y, la mayor parte del tiempo, se la ha leído la adolescente que fui y a la que tengo tan presente. Esa chica de 17 años que profundizaba en todo lo que le pasaba, que se rebelaba contra las injusticias (las de cerca y las de lejos) y que se creía capaz de cualquier cosa sin tener ni idea de qué y cómo hacer. Aquella que, entre nebulosas debido a la falta de sueño, sobrevivió a COU desbordada por los entrenamientos diarios, los fines de semana compitiendo o arbitrando, las clases en el British Council, con la consiguiente falta de  tiempo para cumplir las expectativas de mis padres respecto a mi expediente académico. Por no mencionar el caos de relaciones personales (amistades y sentimentales) en el que tantas cosas se me escapaban. Qué fácil identificarse con los y las  protagonistas...

Nunca he entendido por qué la ficción usa a los adolescentes como meros tópicos cuando se trata, posiblemente, de la etapa más interesante de la vida (¿o sólo yo pienso así).

Pero en 'Nadie nos oye' se nos presentan personajes con sus inquietudes, inseguridades, contradicciones... Verosímiles, al fin y al cabo. No en vano la novela está inspirada en testimonios reales.

Con el asesinato de uno de estos adolescentes como fondo de la trama y la búsqueda de la verdad desde dos puntos de vista muy diferentes (o tal vez solo a priori), la novela es un grito contra los prejuicios, contra el machismo, la homofobia y el racismo.

Y no cuento más sobre la trama, porque hay es una novela que hay que leer. Sólo, que cuando llegué al punto y final, cerré el libro y me quedé un rato pensando en el devenir de todos esos personajes, en las decisiones que tomamos y los caminos a los que nos llevan. Y no pude evitar pensar que Emma, la orientadora de 'Nadie nos oye' y "mi" Magda (a la que podréis conocer a partir de marzo de 2020) se habrían entendido y apoyado mutuamente. Que, de conocerse, habrían sido buenas amigas (si es que eso puede suceder entre dos personajes de ficción de autores diferentes). Porque la educación puede ser el trabajo más bonito que existe, pero el más difícil, también.