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sábado, 4 de enero de 2014

Animación a la lectura



Se me dilatan las pupilas sólo de pensar que voy a disponer de un hueco para inocular a mis alumnos el germen de la pasión por la lectura. De hecho, en las prácticas realizadas en hasta el momento, la “animación a la lectura” tiene entidad propia dentro del horario lectivo, no sólo como una parte de la materia de Lengua. Se toman textos infantiles y se trabaja sobre ellos, haciendo que los niños se introduzcan en la historia, completen el argumento, planteen finales alternativos, se identifiquen con los personajes… todo ello comentado o, mejor aún, escenificado. Y lo cierto es que disfrutan muchísimo.

En la última ley de educación vigente hasta hace unos días, la LOE de 2006, se establecía que "A fin de fomentar el hábito de la lectura se dedicará un tiempo diario a la misma." En la recién aprobada LOMCE  esta disposición no aparece, esperemos que venga detrás un Real Decreto que desarrolle el currículo y que, en esa búsqueda de la excelencia y los resultados que pretende esta nueva ley, no se olviden de la importancia fundamental de la lectura para conseguirlo.

La experiencia hasta la fecha y mi propia subjetividad suponen una barrera, sin embargo. A medida que empiezo a escribir se me ocurre una hipótesis para la que no había pensado (hasta ahora) soluciones: ¿qué hacer con alumnos desmotivados, a los que no les apetezca, o directamente, no les guste leer?

Como ante cualquier reto o problema, me parece importante ir a las raíces: ¿dónde está el origen de un no-lector? En el bloque de la asignatura se apuntan varias razones: por falta de costumbre, por falta de interés o por falta de tiempo. Acepto las dos primeras, que tienen origen directo en factores educativos y, por tanto, podemos incidir como maestros. Sin embargo, no comparto la tercera. El lector (lector de verdad) que no tiene tiempo, lee menos cantidad, pero lee, de forma continua. Y encadena. Es decir, siempre tiene un libro cerca esperando a que se terminen las últimas páginas del actual.

Entonces, ¿qué podemos hacer para neutralizar los dos primeros factores? En primer lugar, seleccionar muy bien los textos, y después, ofrecer un enfoque interesante para los niños. Tienen que disfrutar de todo lo que la lectura ofrece. La manera de disfrutar evolucionará con los años, igual que lo hacen las capacidades neurológicas y el desarrollo cognitivo y emocional.

Que un texto guste o no, no depende tanto de la calidad del mismo, sino de la fuerza con que la historia conecta con nuestra emoción. Esto vale tanto para niños como para adultos. Factores como el argumento, los escenarios donde se desarrolla la acción o las propias características de los personajes son fundamentales en este sentido. Leer es una actividad casi mágica que posibilita  al lector entrar en la piel de los protagonistas (incluso de los antagonistas, ¿por qué no?). Se activan automáticamente mecanismos psicológicos de identificación y aspiración que ayudan al niño a situarse en el mundo, definir su identidad, relacionarse socialmente, marcarse objetivos, etc.

Tal y como lo expresa Yolanda Reyes (2005), “la lectura supone más que un mero conjunto de habilidades secuenciales, y más allá del acto pasivo de saber qué dice un texto escrito, implica un complejo proceso de diálogo y de negociación de sentidos, en el que intervienen u autor, un texto – vebal o no verbal – y un lector con todo un bagaje de experiencias previas, de motivaciones, de actitudes y de preguntas, en un contexto social y cultural.”

Leer es, sin duda, algo muy diferente a pasar la vista por encima de los renglones o descifrar una serie ordenada de símbolos. ¿Cuántas veces nos ha pasado, estudiando, o incluso leyendo una novela, ir pasando hojas de forma mecánica, y en un momento dado tomar conciencia de que no nos hemos enterado de nada? Todo lo contrario, leer supone que el lector vive la historia en su imaginación y apenas es consciente de que hay unas letras formando palabras delante de él. Para eso es necesario un determinado nivel de competencia lectora, y alcanzarlo es el verdadero objetivo al trabajar con los alumnos la animación a la lectura.

Es necesario trabajar diferentes técnicas de lectura, orientadas distintas metas. Desde lo más básico, leer de diferentes maneras: individualmente, en silencio y en voz alta, o en grupo, en voz alta, y haciendo pausas para reflexionar y comentar lo leído.


En este punto, si no están habituados a compartir las interpretaciones sobre los textos, podemos encontrarnos que las aportaciones más interesantes puedan no lleguen a salir a la luz por miedo a ser objeto de burla (especialmente en los cursos más avanzados). Si esto sucede, el niño que es buen lector se sentirá avergonzado y se guardará para sí ideas o pensamientos de gran valor para el trabajo del aula. Como maestros, debemos establecer unas bases trabajo continuo y naturalidad para que esto no suceda. Es fundamental que pongamos todos los medios para alimentar la motivación de todos, incentivar las mejores reflexiones y favorecer el intercambio.

Los niños deben entender que no hay un libro igual para dos lectores diferentes. Y nosotros debemos huir de guías de lectura con preguntas cerradas en las que sólo hay una respuesta correcta.

Hay multitud de actividades que se pueden llevar a cabo como parte del proceso de animación a la lectura. El siguiente esquema aparece en un artículo de Susana García Muñiz:



Recomiendo leer el artículo completo:Las mejores actividades de animación a la lectura.

Como se puede observar, incluye actividades dentro y fuera del aula. Es muy importante romper la separación entre el aula y el resto de los escenarios de la vida de los niños, para que la lectura no se quede aislada dentro del ámbito de la escuela. En este sentido, varias de las actividades incluyen salidas, actividades de ocio, involucran a las familias y acercan a los alumnos a los autores de las obras. Todo esto además de generar una continuidad entre los distintos contextos, alimenta el interés de los alumnos.

Podemos encontrar más ideas, en el portal Palabras Azules, como el apadrinamiento lector, donde se involucra a niños de cursos superiores para que apadrinen la lectura de un compañero más pequeño; la escritura de cartas a personajes de un cuento,  o el juego de “sigue tú”, donde el alumno escribe una historia a partir de un punto concreto.

También se ofrecen buenas ideas en la sección de Bibliotecas de Madrid, en la web del Ayuntamiento:




Con todas estas alternativas (y muchas más que ofrece internet bucando "actividades de animación a la lectura"), no tenemos excusa para que se escape un sólo alumno de nuestras manos sin que le guste leer. Personalmente, lo consideraría un fracaso.



Otras fuentes y referencias utilizadas:


EFE Salud (23/4/2013): “Lectura, perfecta gimnasia cerebral”. Recuperado en eenero de 2014 de: http://noticias.lainformacion.com/salud/enfermedades/lectura-perfecta-gimnasia-cerebral_JUt3bz7YuyJQuXZsvdN6j5/

GARCÍA MUÑÍZ, Susana: Las mejores actividades de animación a la lectura. Propuestas para infantil y primaria. (A su vez incluye una extensa relación de fuentes consultadas) http://web.educastur.princast.es/proyectos/abareque/web/images/stories/articulos/Suroccidente/mejores_actividades_lectura2.pdf

“Lectura y Educación”. XXVI Seminario interuniversitario de la teoría de la educación. Departamento de Pedagogía Sistemática y Social. Universidad Autónoma de Barcelona. 2008.Recuperado en enero de 2014 de:



REYES, Yolanda (2005): “La lectura en la primera infancia”, Centro regional para el fomento del libro en América Latina y el Caribe. Recuperado en enero de 2014 de: http://www.cerlalc.org/redplanes/secciones/biblioteca/reyes_lectura_primera_infancia.pdf

3 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu artículo. Estoy de acuerdo contigo en que la animación a la lectura es fundamental y en que no hay que buscar las razones de que muchos niños no lean en la falta de tiempo sino en otros factores entre los que se encuentran los educativos. Gracias por todas las ideas y documentación que aportas para mejorar la animación lectora en las aulas.
    Ana Marta Rodríguez

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  2. Algunos de los enlaces que has adjuntado me habrían venido fenomenal para alguno de mis articulos. Fantástico todo.
    PD: Mucho confías tu en los reales decretos...

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